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jueves, 9 de diciembre de 2010

LO VELARON Y ENTERRARON PERO AUN ¡ESTABA VIVO!

En Neuquén, un hombre que abandonó su casa un par de días fue dado por muerto, velado y sepultado por su familia. Al volver, su mujer casi se muere del susto.


En una historia con aristas tan disparatadas como impensables, el neuquinoArturo Montecino desapareció, lo dieron por muerto y lo sepultaron, pero está vivo. Cuando su mujer lo vio llegar a la casa después de creer que lo había enterrado en el cementerio Jardín del Edén, se desmayó. Ahora la Justicia tendrá que "revivirlo" en los papeles e identificar al sujeto que fue sepultado.

La historia comenzó el jueves 2 de diciembre en el barrio Alto Godoy de Neuquén cuando Montecino (46), que había tenido una discusión con su esposa, decidió no volver del taller a su casa y tras tomar unas copas con unos amigos dejó el auto abandonado en calle Godoy al fondo y en la gaveta el celular.
De acuerdo a lo que informa el diario Río Negro, la pareja y su hija de 20 años se cansaron de llamarlo y cuando encontraron el auto decidieron radicar la denuncia el viernes 3 a la noche en la comisaría 18° por una presunta desaparición de persona.
Mientras se realizaban las averiguaciones de paradero, la policía rionegrina encontró el domingo 5 un cadáver en el canal de la avenida de Circunvalación a la altura de Marabunta, y por las características físicas irradiadas por la policía neuquina dieron aviso a la comisaría 18°.
El Juzgado de Instrucción N° 2 de Cipolletti citó a la familia y el lunes 6 pasadas las 15:30 se realizó el reconocimiento del muerto en el Cuerpo Médico Forense de Roca.


Tanto la mujer como la hija identificaron al hombre por una cicatriz en el antebrazo derecho y otra en la zona abdominal derecha que era producto de una operación, según explicaron fuentes policiales. Otros elementos que tomaron para el reconocimiento fue el pelo canoso y la ausencia de piezas dentarias.

Concluido el trámite judicial se extendió el certificado de defunción y se entregó el cuerpo a los familiares. El velatorio se realizó en las salas velatorias que tiene CALF en calle Bahía Blanca y el entierro se concretó a las 18 en el mencionado cementerio privado.

La familia se retiró al hogar para hacer su propio duelo después de tanta desventura y en los primeros minutos del miércoles Arturo llamó a la puerta. La hija lo abrazó entre expresiones de alegría y asombro mientras la pareja cayó desmayada al piso y fue trasladada al Hospital Heller donde ingresó en estado de shock.
El hombre no se mostró ni sorprendido ni disgustado por la situación hasta que entendió lo que había sucedido.

"Todavía no puedo creer que me hayan velado y hasta me da vergüenza salir a la calle. Estoy asustado porque no entiendo cómo me puede haber pasado esto", señaló Arturo.
En sede policial explicó que tenía ganas de estar solo con sus amigos y que después de haber estado dando vueltas por Confluencia se hizo una casilla a la vera del río Limay donde estuvo un par de días hasta que decidió volver.
"Estaba muy rayado así que empecé a caminar y estuve tirado por el río", recordó el hombre que no quiso brindar demasiados detalles de su paradero.

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