La receptora del primer
trasplante de rostro en Estados Unidos había dicho que una donante la salvó de tener que comer y respirar a través de un tubo, pero hasta este fin de semana sólo sabía que se trataba de una mujer que murió en el 2008.
Dos años después de que el rostro de Anna Kasper fuera implantado en Connie Culp, la familia de Kasper decidió revelar que ella había sido la donadora, a fin de que otras personas pudieran conocer a la generosa mujer que amaron.
"Ella daba su tiempo. Daba su dinero. Dio muchas cosas que no tenía a otras personas", dijo el esposo de Kasper, Ron, al periódico The Plain Dealer, en Cleveland. "Cuando nos pidieron la donación, sabíamos que eso era lo que ella hubiera querido".
Culp, de 47 años, dijo que el encuentro fue "maravilloso", luego de algunos momentos incómodos al principio.
La hija de 23 años de Kasper, Becky, dijo que al ver a Culp detectó semejanzas con su madre. "Puedo ver el parecido en la nariz", afirmó.
El esposo de Culp le disparó en la cara en el 2004. El impacto le destruyó la nariz, las mejillas y redujo su sentido de la vista. Sus rasgos se deformaron tanto que los niños huían al verla y decían que era un monstruo.
Luego de que Kasper murió de un ataque cardíaco en el 2008, un especialista se acercó a la familia para pedirles la donación del rostro. Sus familiares ya habían aceptado dar su corazón, su riñón, su hígado y sus córneas, y decidieron hacerlo también con la cara
Kasper vivía en Lakewood, Ohio, con su familia. Trabajaba cuidando pacientes en casas de reposo, entregando pizzas y limpiando oficinas.
Ron Kasper dijo que ambas mujeres comparten mucho más que un rostro.
"Connie es como Anna en muchos sentidos", afirmó, "como su personalidad y lo mucho que disfrutan de la vida, la manera como sonríe y el hecho de tener tan buena actitud después de todo por lo que ha pasado"
trasplante de rostro en Estados Unidos había dicho que una donante la salvó de tener que comer y respirar a través de un tubo, pero hasta este fin de semana sólo sabía que se trataba de una mujer que murió en el 2008.
Dos años después de que el rostro de Anna Kasper fuera implantado en Connie Culp, la familia de Kasper decidió revelar que ella había sido la donadora, a fin de que otras personas pudieran conocer a la generosa mujer que amaron.
"Ella daba su tiempo. Daba su dinero. Dio muchas cosas que no tenía a otras personas", dijo el esposo de Kasper, Ron, al periódico The Plain Dealer, en Cleveland. "Cuando nos pidieron la donación, sabíamos que eso era lo que ella hubiera querido".
Culp, de 47 años, dijo que el encuentro fue "maravilloso", luego de algunos momentos incómodos al principio.
La hija de 23 años de Kasper, Becky, dijo que al ver a Culp detectó semejanzas con su madre. "Puedo ver el parecido en la nariz", afirmó.
El esposo de Culp le disparó en la cara en el 2004. El impacto le destruyó la nariz, las mejillas y redujo su sentido de la vista. Sus rasgos se deformaron tanto que los niños huían al verla y decían que era un monstruo.
Luego de que Kasper murió de un ataque cardíaco en el 2008, un especialista se acercó a la familia para pedirles la donación del rostro. Sus familiares ya habían aceptado dar su corazón, su riñón, su hígado y sus córneas, y decidieron hacerlo también con la cara
Kasper vivía en Lakewood, Ohio, con su familia. Trabajaba cuidando pacientes en casas de reposo, entregando pizzas y limpiando oficinas.
Ron Kasper dijo que ambas mujeres comparten mucho más que un rostro.
"Connie es como Anna en muchos sentidos", afirmó, "como su personalidad y lo mucho que disfrutan de la vida, la manera como sonríe y el hecho de tener tan buena actitud después de todo por lo que ha pasado"
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