A las dos semanas de nacer, a la niña, llamada Faye Armstrong, le salieron también dos muelas, según cuenta la madre de la pequeña, Patricia Caulfield, al diario británico The Daily Mail.
No obstante, la joven reconoce que cada día se le hace más difícil dar el pecho a la niña debido a los mordisquitos que le hace.
Faye nació faltando tres semanas para la fecha prevista de parto, circunstancia que hace aún más especial su caso.
“De haber nacido a tiempo, habría tenido la boca llena de dientes”, bromea su madre.
De acuerdo con los pediatras sólo uno de cada dos mil recién nacidos presenta brotes dentarios. El caso de la pequeña inglesa es único porque lo que tiene no son brotes, sino dientes completos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario