Por primera vez en cinco años, el Gobierno recibirá oficialmente este miércoles a una delegación del Fondo Monetario Internacional en Buenos Aires. El organismo viene para asesorar al Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) a elaborar un nuevo y más creíble Índice de Precios al Consumidor (IPC). Dicho índice, en lugar de analizar lo que acontece en la Ciudad y en 24 partidos del Gran Buenos Aires, buscará contemplar a todo el territorio nacional. La llegada del polémico organismo internacional implica un cambio de postura de la Argentina, que se viene resistiendo a que el FMI realice un monitoreo de su situación económica, como lo hace anualmente con todos los países miembro en el marco del Artículo IV de su Carta Orgánica. Sin embargo, tanto el FMI como el Ministerio de Economía argentino, afirman que la misión que encarará el organismo es meramente de “carácter técnico” y que no se relaciona con el Artículo IV.“Vamos a la Argentina porque las autoridades nos pidieron ayuda con su índice Precios al Consumidor”, aseguró el jueves pasado Caroline Atkinson, vocera del FMI, en una conferencia de prensa en Washington. Atkinson no dio detalles sobre el operativo, pero sí confirmó: “Queremos hablar tanto con los productores de la estadísticas como con los usuarios”. Por su parte, Robert Rennhack, quien hace ya más de dos décadas se encarga de las cuestiones latinoamericanas, será quien encabece la misión. Él estará acompañado por dos técnicos y otros dos funcionarios. En tanto, según publica el diario La Nación, varios especialistas locales ven con escepticismo la misión del FMI e insisten en que el Gobierno debería usar el contenido del informe que les encargó a las universidades.
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